El mercado laboral está cambiando y se debe preparar a toda la población para funcionar en un entorno tecnológico y la educación es la clave para desarrollar las habilidades pertinentes que se usarán en la vida real.
Sin embargo, México ha mostrado tener varias deficiencias en la materia, sobre todo a nivel superior. Falta de transparencia en sus presupuestos, poca claridad en sus programas académicos y sobre todo la inequidad son algunas de las cosas que nuestro país deberá superar si quiere mejorar la calidad educativa.
Consejos de la OCDE para mejorar la educación superior en México
Durante el Congreso Internacional de Innovación Tecnológica, Paulo Santiago, director de la División de Política e Implementación de la OCDE, explicó las 6 áreas específicas en las que nuestro país debe ponerse las pilas y lograr un mejor desempeño de los estudiantes que están a punto de ingresar a las universidades o ya se encuentran en ellas.
Acá te los explicamos:
1. Marco jurídico claro
Para lograr un buen funcionamiento de las políticas públicas es necesario definir responsabilidades y construir un buen sistema de educación superior en el que se involucren los diferentes niveles de gobierno.
Este sistema debe garantizar la autonomía de las instituciones involucradas porque esto implica responsabilidad.
Actualmente, la ley de Coordinación de educación superior no es muy clara en términos de atribuir responsabilidades a las diferentes partes, sobre todo en términos de definir el concepto de autonomía y por ello es importante que desarrollen una nueva legislación en la materia.
Otro punto clave es que el estado debe garantizar que existen suficientes recursos para cumplir con los objetivos.
2. Definir una estrategia a largo plazo
No importa lo mucho que los gobiernos quieran avanzar en materia educativa, si no existen reglas claras y una estrategia definida, los avances no se verán.
Por ejemplo, la OCDE detectó que en México existen diversos programas de educación superior con distintos objetivos, estos no están relacionados a líneas de acción, no tienen un presupuesto asignado y tampoco se puede medir su progreso, por ello recomienda disminuir la lista de objetivos para tener resultados más precisos.
La estrategia también debe garantizar que los programas estatales complementen los objetivos federales, es decir que aunque los estados tengan autonomía para generar sus planes de estudios, deben llevar cierta relación con lo que a nivel federal se está apuntalando.
3. Transparencia en el financiamiento
Uno de los puntos en dónde más fallas existen es la transparencia, sobre todo a la hora del financiamiento, por eso la OCDE cree que en México se debe reformar la manera en que asigna presupuesto y solo centrarse en proyectos relacionados con la calidad educativa.
Otro problema detectado con el financiamiento es que en los últimos seis años, México ha bajado su gasto por estudiante, lo que representa un problema porque al mismo tiempo está creciendo la matrícula.
Los gastos por estudiante en universidades públicas son totalmente dispares porque no existe una fórmula transparente que defina por lo menos los gastos básicos que se requieren. Así que también se deberá trabajar en un sistema de asignación de recursos públicos para tener instituciones más equitativas.
4. Asegurar la calidad educativa.
Las autoridades deben asegurarse de que el desempeño de las instituciones educativas es medido para poder realizar las mejoras necesarias. Actualmente México tiene un sistema para medir algunos programas, pero no ha apoyado el desarrollo de capacidades y responsabilidades institucionales respecto de la calidad.
México tiene que desarrollar una cultura en donde las instituciones se hagan cargo de la calidad educativa que imparten.
5. Equidad y acceso a la educación
México debe reconocer que tiene un grave problema de inequidad en la educación superior, y aunque cada vez es mayor el porcentaje de jóvenes que desean seguir estudiando, no todos pueden tener acceso a una universidad.
Además, otro factor que influye en la equidad es el entorno social, pues este sí influye de manera drástica en las probabilidades de éxito y de ingresar a una institución de educación superior.
México debe garantizar las mismas oportunidades educativas a los estudiantes con menores ingresos, además de cerciorarse de que todos los programas cumplen con un mínimo de calidad.
Otra recomendación es descentralizar el sistema de becas, aumentar la transparencia de su atribución y dar más apoyos financieros.
6. Reforzar la oferta educativa
No hay nada peor que salir de la universidad y toparte con las pocas oportunidades laborales que hay. Esto se debe a que los programas educativos no están orientados a responder a las necesidades del mercado laboral.
La recomendación para subsanar esta deficiencia es trabajar en coordinación con agentes sociales para que los programas educativos tomen en cuenta la relevancia del mercado laboral.
Se debe trabajar con los empleadores para poder detectar qué requiere el mercado y ellos también participen en el diseño de programas educativos con distintos objetivos específicos.
Diversificar las opciones también ayuda, hay que quitar del mapa que solo es válida una licenciatura y ver con otros ojos las carreras técnicas y darle más apoyo a este modelo.
Fuente: Nación 321